Desde el comienzo del rock, ha sido fuertemente vinculado a este triunvirato: el libertinaje sexual, la experimentación con drogas y la música rebelde. Y es que en muchos casos estos elementos si se combinan naturalmente, en otros un poco forzada la cosa pero en muchos ni siquiera vienen al caso. Los rockeros somos músicos como cualquier otro, con los mismos vicios que cualquiera, en un medio igual de vicioso que los demás donde el que quiere le entra y el que no lo necesita simplemente se toma su lechita y se va a dormir. Muchos somos empíricos pero también hay muchos que si son de academia y son tan buenos como cualquier clavado de la música del género más pipiris nais que se les ocurra. Pero históricamente cada generación ha sido vinculada con cierta droga: la mota, el hachís, el LSD, la coca, la morfina (reina de los metaleros ochenteros), el éxtasis, el crack, las meth (ahora famosas por la serie Breakin Bad), las tachas (populares entre las nuevas olas de metal pro...
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